martes, 15 de septiembre de 2009

Fin del verano


Llegó el 15 de septiembre y con ello el fín del verano, el comienzo de un nuevo año y sobre todo, el fín de la jornada de verano.
Se acabó eso de salir a las 3, poder comer en casa y poder disfrutar de la tarde libre.

Para mí, desde hace ya bastantes años, sobre todo desde que en el trabajo tenemos jornada de
verano, el año empieza a mediados de septiembre.
Los años naturales con comienzo en enero o los años fiscales (en nuestra empresa comienzan en abril) a mí no me dicen casi nada. Siempre me he guiado por el fín del verano.

El fín del verano es el comienzo de la vuelta a una rutina más o menos previsora, más o menos normalizada.
Se acaban las tardes de asueto y en algunos casos diversión, se acaban las tardes de siesta o piscina y playa, comienzan los atascos y las presiones laborales, comienzan esas actividades o cursos que deseas con mucha ilusión y que abandonas a los dos meses, y en general, te das cuenta que siendo un currito y un pobre asalariado, se acaba lo bueno y vuelves a lo de siempre.

Algunos podrán decir que se vuelve a la normalidad, que hacía mucho calor y no había quien lo aguantara, que basta ya de gastar dinero en vacaciones y juergas, que no se puede estar mucho tiempo tocándote la barrigola la mitad del día, que no se puede estar tomando cervezas con los amiguetes o trasnochar, que el verano sale caro y todos los sitios de veraneo están masificados y otras tantas cosas por el estilo, pero que queréis que os diga, no me convenceréis.

También os diré que este año, por el hecho de estar desplazado en Vigo, no haber pasado prácticamente calor ningún día aquí, haber tenido a mi disposición la playa permanentemente y no haber tenido prácticamente vacaciones, no he tenido sensación de "verano".

Estoy esperando a que llegue noviembre y montarme mi particular veraneo "otoñal".

Por cierto, el primer día de comida fuera de casa y he comido lo mismo que comí los primeros días de mi estancia en Vigo, pulpitos con patatas.
Que ricos, aunque en aquella ocasión me llamaron más la atención.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Soledad

En días como estos últimos, en horas como las pasadas, es cuando más he echado en falta la compañia de una persona.

Naza, Mua..

domingo, 6 de septiembre de 2009

Día de boda en Galicia


Ayer tuve boda en A Coruña.
Bodas he tenido muchas. Asi por lo alto podría decir que cienes y cienes....je je je, de primos, amigos,vecinos, compañeros de trabajo, familiares.... A la mayoría fuí con ganas, a otras por obligación y compromiso y en general, intenté disfrutar al máximo en todas.
Las ha habido de todos los tipos, civiles y religiosas, de alto postín o de pueblo, con chaqué y de traje y corbata o de sport, Me falta una boda con una pareja del mismo sexo, pero todo se andará y también las ha habido gallegas, que las pongo como una categoría más.

En general, en las bodas se comé en exceso, que si unos entrantes, que si un poquito de marisquito, pescado, algún tipo de sorbete y luego carne. Además de los postres, café, vinos y licores.

En las gallegas es más o menos lo mismo, pero a lo bestia, se empieza a comer a las 3 y tomándote el cafe y el postre te dan las 8, después de haber dado cuenta de todo tipo de entrantes, varios tipos de marisco, unas riquísimos almejas, el consabido sorbete, algún tipo de pescado y luego las carnes, si, las carnes, ternera y cordero.

Aunque cantidad no es equivalente a calidad, tengo que decir que en general a todas las bodas gallegas a las que fui la calidad era buena, en algún caso excelente.


Si algún día hiciera alguna celebración de ese tipo en estas tierras, me inclinaría por una churrascada, una pulpeira, ensaladas y unas tortillas bajo una carpa en un prado.
A los de mi pueblo (toledanos y madrileños ellos ) les encantaría, a los de aquí no se si tanto....

Felicidades Xuso y María.

martes, 1 de septiembre de 2009

De cañas por la Latina


Este fin de semana estuve por Madrid, disfrutando ?¿¿ de las obras, los calores y el ambientillo que siempre se respira por la capital del reino.

Aunque he estado yendo bastante a menudo, no había estado por el centro desde hacía tiempo y desde más tiempo aún no había ido a tomarme unas cañas y a "ver" el centro como un turista más.

El viernes al poco de bajarme del avión estuve viendo a mi nuevo amigo Tim. Tim es un cachorro de caniche que se ha convertido en el dueño y señor de la casa de mis amigos Jose y Alfonso.
Digo que estuve viendo a Tim porque éste se ha convertido en la excusa perfecta para ir a visitarles y disfrutar así de su grata compañía y generosidad. Siempre hay alguna peli que ver en su casa, una agradeble cena esperándonos y alguna que otra copichuela que otra.

Todo gira ahora alrededor de Tim. Tim por aquí, Tim por allá. Da gusto acariciarle y dejarse mordisquear por él.
Por primera vez fui a dar a un vuelta por un parque cercano acompañado de un perrito y tirando de la correa de un animalito. Da gusto corretear por el parque con el perro y ver cómo comienza a descubrir los olores, las nuevas sensaciones y a otros de su misma especie, aunque todavía eso de oler el culete a otros canes todavía no va con él.

Siempre he sostenido que a la entrada de los parques tenían que existir puestos de alquiler por horas de perros.
Perros con los que pudieras pasear durante un rato, juguetear con ellos y luego devolverlos a la salida. Algún desaprensivo también opina lo mismo de los niños... je je je.

El sábado estuve por el "centro". Gratamente he descubierto cómo alguna de las obras que llevaban ya tiempo han finalizado. La calle Fuencarral está casi toda peatonal y da gusto andar entre sus tiendas sin problemas de espacio, de momento, porque si ya antes había gente, ahora que está peatonal seguro que se multiplica la asistencia.
La calle Montera está también peatonilazada, aunque sigue llena de prostitutas ahora más rodeadas de viandantes y turistas que nunca.
La puerta del sol sigue de obras, aunque creo que en lo que queda de mes quedará finalizada.
El mercado de San Miguel está ya totalmente rehabilitado y con multitud de tiendas delicatessen y bares donde tomar tapitas de diseño.

De allí me dirigí a la zona de la Latina, con menos gente que de costumbre, no sé si por los calores todavía presentes o por la hora que era, un poco pronto todavía para la zona.

Me tomé unas cuantas cañas, que si os digo la verdad, echaba de menos.

No sé que tendrán las cañas de Madrid, pero no saben como en ningún sitio....