jueves, 4 de junio de 2009

Semana III - Bienvenido a la república independiente de mi casa…..


Como ya muchos de vosotros habréis intuido, decidí elegir la casa más cercana al paseo marítimo.
El pasado fin de semana me mudé ya a ella y si os digo la verdad, la sensación es un poco extraña. Parece que estás de prestado y de invitado en una casa ajena, cuidando al máximo que todo quede como te lo encontraste y que no se note que has pasado por ella.
Esa sensación irá cambiando poco a poco y poco a poco iré haciéndola más mía.
Empezaré a dejar las cosas tiradas por cualquier sitio, a mover los muebles de lugar y sobre todo, a hacer desaparecer alguno de los adornos actuales que existen, que entre tú y yo, los hay un poco horteras.

Redescubres cómo el mantener una casa tiene pequeños detalles que en el día a día no te das cuentas o que no te pones a pensar en todos ellos de golpe.
Compruebas cómo echas de menos tú almohada y que sin ella, no eres capaz de dormir correctamente.
Descubres que si te mueves hacia un determinado lado de la cama, chirría un poquito
Ves asustado cómo la cisterna del baño pierde agua.
Vuelves a sentir el peso de las mantas de lana y la diferencia que hay con respecto a los edredones nórdicos.
Descubres que antes que tú paso algún otro inquilino que no estuvo muy preocupado en lo que a limpieza de cristales se refiere.
Pero en general, la casa está bastante bien.
Quedáis invitados a ella cuando queráis.


El fin de semana estuvimos comprando los enseres mínimos y que o bien no tenía la casa o los que había no me parecían adecuados.
Por lo general, en un único día no te dedicas a comprar todos los productos de limpieza que necesitas, a comprar trapitos, llenar la nevera y hacer acopio de reservas, etcc..
Pero que remedio, había que dejar la casa lista cuanto antes.

Pasados esos primeros momentos logísticos, pude comenzar a disfrutar del fin de semana largo que se venía por delante y hacer las primeras visitas a los alrededores
(Bayona, La guardia, Aldán, Nigrán……)
El tiempo acompañó bastante y se notaba un ambiente veraniego por cualquier sitio por donde te movieras.
Gente en las terrazas con las primeras cervezas al sol, paseos por la playa, algún valiente dándose los primeros chapuzones en el mar, algún descuidado con más color rojizo en la piel que el correspondería y en general, ambiente de fiesta y diversión.

Dimos cuenta también de la gastronomía de la zona, degustando el primer arroz con bogavante de la temporada, que seguro que no es el único de mi estancia aquí.

Por cierto….. ya descubrí algunas playas de esas que me gustan a mí J

PD: Mando foto que demuestra empíricamente que los bruños existen…..

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